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Planificar, integrar, individualizar y ofrecer terapias innovadoras, de forma simultánea, es uno de los ejes del actual abordaje de las cefaleas en racimos, una patología muy invalidante.

El dolor que provoca la cefalea en racimos está considerado como uno de los más fuertes que puede sufrir una persona. Caracterizada por episodios de dolor de cabeza unilateral de gran intensidad, de corta duración (entre 15 y 180 minutos) y periódicos (de uno cada dos días a ocho por día), se localiza en la zona del nervio del trigémino y se acompaña de otros síntomas en áreas adyacentes.

El equipo de la ya veterana Unidad de Cefaleas del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Madrid, dirigido por Jesús Porta Etesam y del que también forman parte Nuria González y María Luz Cuadrado, sigue en su línea de ir más allá para ofrecer más y mejores tratamientos. Los primeros ejemplos serían los de la toxina botulínica, indicada actualmente para migraña crónica refractaria, y el bloqueo de los nervios craneales, abordajes que han empezado a emplearse en cefalea en racimos.

El bloqueo, aún más innovador si cabe, se aplica además en migrañas, en cervicogénica, así como en inflamación de la tróclea del oblicuo mayor o trocleítis, abordaje pionero en España y en Europa.

«Se trata de un procedimiento muy delicado, por la cercanía del globo ocular, en el que se infiltran anestesia y/o corticoides. Precisa mucho entrenamiento y experiencia, además de una rigurosa selección de pacientes. En el 95 por ciento de los casos desaparece el dolor, con un efecto que puede durar seis meses o ser para siempre», indica Porta, quien subraya que el amplio recorrido del equipo del Clínico facilita un tratamiento múltiple, incluyendo fármacos, pero individualizado, de las cefaleas.

Visión integral
En esta misma línea, explica que un descubrimiento reciente se relaciona con los dolores periféricos. «Es el caso de una cefalea primaria, una migraña, por ejemplo, acompañada de un dolor periférico que, como bombardea constantemente las estructuras del dolor, origina una cronificación de la migraña. Los tratamientos preventivos no mejoran el cuadro, pero cuando se realiza un bloqueo, el dolor periférico desaparece y, con él, la migraña. De ahí se desprende la importancia de la visión integral del paciente y de su patología.

Abordaje en urgencias
Los profesionales del Clínico también han desarrollado protocolos para el manejo de las cefaleas en urgencias, en colaboración con el equipo de Urgencias del mismo hospital. Así, cuando un paciente acude a urgencias con cefalea se le realizan 12 preguntas, de gravedad y de benignidad.

«Si un paciente contesta sí a una de gravedad, pasa directamente a historia clínica y consulta con neurólogo. Si responde a benignidad, se asume que es una migraña y pasa a zona de tratamiento. Si no hay respuestas en ninguna de las situaciones, se abre historia clínica para ser estudiado y observado. Es como un triaje específico para migraña y está basado en un estudio realizado sobre más de 2.000 pacientes».

Además, la oxigenoterapia de alto flujo también se aplica en urgencia, con buenos resultados y sin efectos adversos, en situaciones de dolor agudo.

Fuente: Diario Médico