- Las personas con epilepsia deben vacunarse contra la Covid-19”, según Pedro Serrano, coordinador del Grupo de Trabajo de Epilepsia de la SAN
- “La pandemia podría estar provocando un aumento de los casos de epilepsia sin diagnóstico, sin tratamiento o con tratamiento no adecuado”, según el neurólogo Pablo Quiroga
- Guía para actuar ante la crisis epiléptica de un familiar o amigo
Hoy 8 de febrero se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Epilepsia. Los médicos epileptólogos, a día de hoy siguen en busca del Santo Grial de la medicación capaz de modificar la historia natural de la enfermedad. Porque, en realidad, “los fármacos de los que disponemos solo actúan como fármacos sintomáticos, es decir, capaz de actuar controlando las crisis, pero no curando la enfermedad, según reconoce el doctor Pedro Serrano, coordinador del Grupo de Trabajo de Epilepsia de la Sociedad Andaluza de Neurología.
Algún paso, no obstante, se está dando en busca de ese Santo Grial. En este sentido, “la medicina personalizada, nacida en los últimos años a la estela de los descubrimientos en genética o inmunología de la epilepsia, va general una verdadera revolución en el tratamiento de la epilepsia en los próximos 25 años”.
COVID-19 y epilepsia
La pandemia de Covid-19 ha alterado prácticamente todos los parámetros de nuestra vida, y algo tan importante como la epilepsia, no se escapa de ello. Sin embargo, hemos de decir que, a día de hoy, “no se ha demostrado que la infección por SARS-Cov2 sea responsable, al menos de forma representativa, de crisis epilépticas (salvo en los raros casos de Encefalitis por SARS-Cov2) ni agravamiento de las mismas en pacientes con Epilepsia crónica previa”.
Es cierto que los confinamientos y la situación general que la sociedad vive en relación a esta ya larga pandemia “ha hecho que los niveles de ansiedad sean especialmente elevados y ello se puede traducir en una perdida de control de las crisis en determinados pacientes vulnerables”. Según reconoce el doctor Pablo Quiroga, neurólogo de la SAN, “esta situación ha generando un gran impacto psicológico en la población llegando a observar una importante disminución de consultas no motivadas por la COVID-19, lo cual resulta preocupante ya que podrían aumentar los casos de epilepsia sin diagnóstico, y sin tratamiento, o con tratamiento no adecuado”.
Pero es importante destacar que “no existe contraindicación formal para que los pacientes con epilepsia puedan vacunarse contra el virus”. De hecho, añade el doctor Serrano, “creo que es algo recomendable porque lo que sí hemos observado en nuestro grupo es que los pacientes con epilepsia podrían tener un cierto grado de vulnerabilidad que les hiciera más predispuestos a desarrollar formas algo más severas de la enfermedad. Por ello, nuestra recomendación es que las personas con epilepsia, deben vacunarse”.
La epilepsia
La epilepsia, en general, es una enfermedad de buen pronóstico. No en vano, a día de hoy, aproximadamente entre 75-80% de los pacientes con epilepsia puede ser controlados de forma aceptable con fármacos antiepilépticos a largo plazo, pudiendo desarrollar una vida normal, según el neurólogo de la SAN.
Para el Dr. Serrano, “El verdadero problema se centra en el restante 25-30% de los pacientes con epilepsia, a los que llamamos refractarios. En muchos de estos casos en los que no conseguimos controlar las crisis se ha de recurrir a procedimientos no farmacológicos, como la cirugía de la epilepsia, técnicas de neuromodulación u otros procedimientos como la dieta cetógena”.
No obstante, añade del Dr. Quiroga, “actualmente se busca no solo tratar las crisis epilépticas, se busca hacer conocer la epilepsia, luchar contra el estigma y la marginación que sufren quienes tienen la enfermedad. Marginación que acarrea reacciones negativas de no aceptación, menores logros académicos, de pérdida de estatus que desacredita destruyendo oportunidades de trabajo y limita la integración de las personas con epilepsia en nuestra sociedad. Estamos en un momento clave en el que podemos aportar nuestro granito de arena y unirnos a la campaña global ‘Epilepsia fuera de las sombras’, mostrando una imagen más ajustada a la realidad de las personas con epilepsia para fortalecer su autoestima dando a conocer sus capacidades potenciales que permitan su integración en nuestra sociedad”.
La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso que se caracteriza por la presencia de crisis epilépticas. Según la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE), la epilepsia es “una alteración cerebral caracterizada por la predisposición permanente para generar crisis y por las consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales derivadas de esta condición, siendo posible su diagnóstico tras una crisis aislada (no provocada)”.
Afecta a personas de todo el mundo y todas las edades, en España, unas 700.000 personas están diagnosticadas de epilepsia. La OMS estima que una de cada diez personas sufre una crisis epiléptica a lo largo de su vida.
50 millones de personas padecen de epilepsia alrededor del mundo.Para incrementar la concienciación y aumentar los fondos necesarios para las organizaciones de epilepsia en todo el mundo, la IBE, la Ofician Internacional para la epilepsia, por sus siglas en inglés, solicita su apoyo dando 50.000.000 de pasos hasta el Día Internacional de la Epilepsia, un paso por cada persona que tiene epilepsia en el mundo. Los pasos se están contando desde el lunes 4 de enero hasta hoy lunes 8 de febrero.